Andrey Kostin, CEO del segundo banco más grande de Rusia, VTB, ha planteado la necesidad de establecer un centro internacional de liquidación de depósitos en el Golfo Pérsico como una alternativa a las empresas de transacciones de valores de la UE, Euroclear y Clearstream. Esta propuesta surge como consecuencia de los miles de millones de activos del Banco Central de Rusia que fueron congelados el año pasado debido a las sanciones occidentales contra Moscú y que en su mayoría se encuentran en Euroclear. Según informes, estos activos han generado alrededor de 750 millones de euros en intereses durante el primer trimestre de este año.
Durante el Congreso Financiero del Banco de Rusia en San Petersburgo, Kostin destacó la concentración del capital en los estados del Golfo Pérsico, lo que los convierte en un lugar idóneo para albergar este nuevo depósito financiero. Euroclear es responsable de liquidar transacciones de valores en las bolsas europeas y es un depositario central para instituciones financieras en Europa. Sin embargo, debido a las sanciones impuestas a la cámara de compensación rusa, Euroclear ha cesado las transacciones con el Depósito Nacional de Liquidación (NSD) de Rusia y ha bloqueado las cuentas NSD en su sistema en línea. Se estima que los activos rusos atrapados en Euroclear ascienden a 196.600 millones de euros (211.100 millones de dólares), siendo la gran mayoría propiedad del banco central ruso.
Kostin también hizo un llamado a desarrollar una alternativa al sistema de mensajería financiera internacional, SWIFT, del cual los bancos rusos fueron excluidos el año pasado, impidiéndoles realizar transacciones con instituciones financieras extranjeras.
El banquero ruso señaló la necesidad de crear nuevos instrumentos financieros que se adapten a las regulaciones de las monedas nacionales y los mercados. La intención es atraer inversores y empresas occidentales hacia esta nueva infraestructura financiera. Estos esfuerzos se enmarcan en la tendencia creciente de reducir la dependencia del sistema financiero occidental y buscar alternativas al dólar estadounidense y al euro en las liquidaciones comerciales. Esta tendencia cuenta con el apoyo de países miembros de BRICS y otras naciones interesadas en unirse a esta unión económica.
El uso de monedas nacionales, como el rublo ruso, el yuan chino y el dirham de los Emiratos Árabes Unidos, ha sustituido al dólar estadounidense en transacciones comerciales, y Rusia y sus socios comerciales entre las naciones en desarrollo continúan promoviendo esta práctica como parte de su estrategia para diversificar y fortalecer sus sistemas financieros.
