El presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, inició este lunes su segunda visita a China en menos de año y medio, con una agenda repleta de encuentros institucionales y con un claro contenido económico.

Afianzar las relaciones comerciales entre los dos países es uno de sus objetivos claros, como ha sostenido durante su primera parada de esta jornada, en el acto de inauguración de la novena edición del Foro Fundación Consejo España-China celebrada en Pekín.

Durante su intervención, Sánchez abogó por aumentar el diálogo y el intercambio de ideas para hacer frente a los nuevos desafíos, entre los que ha nombrado a los conflictos en Ucrania y Palestina, la emergencia climática, la transformación digital y la lucha contra la desigualdad.

El mandatario español ha remarcado la «voluntad constructiva de diálogo» de ambas naciones para encontrar «soluciones consensuadas que beneficien a todas partes», al tiempo que ha defendido la firma de más acuerdos de hermandad y colaboración entre ciudades chinas y españolas, recoge Europa Press.

Poco después, Sánchez visitó el Consejo Asesor Empresarial en la sede del Banco Industrial y Comercial de China, en Pekín, donde se reunió con 43 empresas, 22 españolas y 21 chinas, con el foco puesto en proteger los intereses de las empresas españolas en el país asiático.

Del mismo modo, Sánchez pretende suavizar la tensión entre la Unión Europea y China, después de que el pasado mes de junio bloque comunitario haya impuestos aranceles a los vehículos eléctricos chinos.

«Una guerra comercial no beneficiaría a nadie», sostuvo el presidente, en declaraciones recogidas por El Mundo, al hacer alusión a la inmediata respuesta china, que abrió una investigación a la importación de carne de cerdo procedente de Europa, que inquieta especialmente a España, país que provee 20 % del total.

Sánchez también trasladó esta cuestión al primer ministro chino, Li Qiang, en una reunión donde el presidente del Gobierno español mostró su «sorpresa» por las investigaciones a la industria porcina, si bien la cita transcurrió en «buena sintonía».

Sánchez se ha mostrado partidario de «defender un orden comercial justo«, que mantenga los dos mercados «abiertos» para permitir el crecimiento de ambas economías.

Durante esta jornada, el presidente español también participará en un encuentro con el presidente del Comité Permanente de la Asamblea Popular Nacional, Zhao Leji, en el Gran Palacio del Pueblo, en Pekín; y se reunirá con el presidente de la República Popular China, Xi Jinping, en el Palacio de Diaoyutai, también Pekín.

España es el quinto socio comercial de China en el contexto de la Unión Europea, mientras que China es el primero para España fuera del bloque comunitario, por lo que las expectativas de Sánchez se centran en aumentar la presencia de empresas españolas en el país asiático y en atraer más inversiones.