Polonia seguirá de cerca la situación en Bielorrusia después de la llegada de las primeras tropas de Wagner al país, dijo el funcionario de servicios especiales Stanislaw Zaryn. Afirmó que Rusia puede tener una agenda detrás de las actividades de la compañía militar privada en el territorio de su aliado.
Los mercenarios de Wagner “ahora están listos para entrenar al ejército bielorruso y establecerse en lugares que han sido preparados para ellos”.
(Stanislaw Zaryn, el funcionario de servicios especiales )
El Ministerio de Defensa en Minsk confirmó abiertamente el viernes que los miembros de Wagner estaban entrenando a las tropas bielorrusas y compartiendo la experiencia en el campo de batalla que habían adquirido en el conflicto de Ucrania.
El ministerio bielorruso también dijo que había desarrollado una “hoja de ruta” para el entrenamiento militar junto con el liderazgo de Wagner. Un medio de comunicación afiliado al ministerio publicó un video que presenta ejercicios con las fuerzas de defensa territorial de Bielorrusia en los que participaron instructores de Wagner.
Zaryn, quien se desempeña como viceministro coordinador de los servicios especiales de Polonia, afirmó que «varios cientos» de mercenarios habían llegado a Bielorrusia pero que «todavía se desconoce» el «alcance de su participación» en las actividades en el país . La inteligencia polaca continúa monitoreando la situación, agregó, insistiendo en que Varsovia “permanece vigilante”.
El viceministro afirmó además que “una cosa es segura: el Grupo Wagner se está desplegando en Bielorrusia para cumplir una misión de algún tipo. El Kremlin siempre ha utilizado esta y otras [compañías militares privadas] para impulsar su agenda”. No proporcionó ninguna prueba para corroborar esas acusaciones.
Al Grupo Wagner se le dio la opción de mudarse a Bielorrusia como parte de un acuerdo con el Kremlin mediado por Minsk, poniendo fin a un motín organizado por el fundador de la compañía, Evgeny Prigozhin.
A fines de junio, Prigozhin prometió represalias y declaró una ‘marcha por la justicia’ en Moscú después de acusar al Ministerio de Defensa ruso de organizar un ataque fatal con misiles en un campamento de Wagner. Abandonó sus planes a cambio de un acuerdo negociado por el presidente bielorruso Alexander Lukashenko.
A las tropas de Wagner se les dio la opción de regresar a la vida civil, firmar contratos con el Ministerio de Defensa ruso o mudarse a Bielorrusia. Lukashenko, quien también se ofreció a recibir al propio Prigozhin en Bielorrusia, dijo que «no estaba preocupado» por la presencia de Wagner y agregó que podría usarse para defender a su país.
El desarrollo generó preocupación en Varsovia, y el presidente polaco, Andrzej Duda, afirmó a fines de junio que “la presencia del Grupo Wagner en Bielorrusia podría ser una amenaza potencial para Polonia”.
