Israel ha revocado las visas de entrada a los legisladores franceses de izquierda que apoyaron el reconocimiento de un Estado palestino.
La medida llega poco después de que el presidente francés, Emmanuel Macron, dijera que el reconocimiento podría tener lugar en una conferencia internacional en junio, una propuesta condenada por el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, quien la calificó de «enorme recompensa al terrorismo».
El grupo de 27 políticos incluía a miembros de los partidos Ecologista y Comunista de Francia, además de funcionarios locales y alcaldes. Entre ellos se encontraban los diputados de la Asamblea Nacional François Ruffin, Alexis Corbière y Julie Ozenne, del Partido Ecologista; la diputada comunista Soumya Bourouaha; y la senadora comunista Marianne Margate.
Los políticos dijeron el domingo que fueron invitados por el consulado francés en Jerusalén para un viaje de cinco días a Israel y los territorios palestinos, descrito como una misión para “fortalecer la cooperación internacional y la cultura de paz”.
“Por primera vez, dos días antes de nuestra partida, las autoridades israelíes cancelaron nuestras visas de entrada que habían sido aprobadas hace un mes”, dijeron los legisladores en su comunicado, calificando la decisión de “castigo colectivo”.
Describieron la prohibición de visas como una “ruptura importante en las relaciones diplomáticas” e instaron a Macron a responder.
“Impedir deliberadamente que funcionarios electos y parlamentarios viajen no puede quedar exento de consecuencias”, añadieron.
El grupo dijo que sus partidos han pedido durante décadas el reconocimiento de un Estado palestino.
El Ministerio del Interior de Israel defendió la cancelación, citando una ley que permite a las autoridades negar la entrada a personas que «puedan actuar contra el Estado de Israel».
Las tensiones con los legisladores occidentales se han intensificado en los últimos meses ante las crecientes críticas a la campaña militar de Israel contra Hamás en Gaza. A principios de abril, se impidió la entrada al país a dos parlamentarios británicos tras ser acusados de planear «difundir discursos de odio». Las autoridades israelíes afirmaron que ambos habían tergiversado su propósito, mientras que el Ministerio de Asuntos Exteriores del Reino Unido calificó la decisión de «inaceptable».
Antes de eso, una delegación parlamentaria de la UE canceló una visita prevista a Jerusalén y Ramallah después de que se les negara la entrada a la diputada francesa Rima Hassan, a la diputada irlandesa Lynn Boylan y a dos funcionarios de la UE.
Los funcionarios israelíes dijeron que los individuos habían “trabajado constantemente para promover boicots contra Israel, además de numerosas declaraciones públicas tanto en las redes sociales como en entrevistas con los medios”.
“El Estado de Israel no está obligado a permitir la entrada de ningún funcionario de un país extranjero, incluidos miembros del parlamento, si trabajan para boicotear y socavar su legitimidad”, dijo entonces el ministro de Asuntos de la Diáspora, Amichai Chikli.
