Este lunes de Pascua, los mercados financieros internacionales arrancaron con gran nerviosismo, sobre todo en Estados Unidos, mientras que México logró mantenerse relativamente estable. Las principales causas de la tensión son los rumores de que Donald Trump podría intentar destituir a Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal (Fed), lo cual genera incertidumbre en torno a la política monetaria del país. Además, las tensiones comerciales de EE.UU. con otras naciones están deteriorando la confianza de los inversionistas.
El dólar estadounidense inició la semana con pérdidas, cayendo más del 1% frente a otras monedas importantes. Esta debilidad se debe a la preocupación por la inflación, que podría obligar a la Fed a mantener o incluso subir sus tasas de interés (actualmente entre 4.25% y 4.50%). Esto ha provocado que el dólar ya no sea considerado un “activo refugio” confiable.
En contraste, el peso mexicano se fortaleció frente al dólar, ubicándose alrededor de los 19.66 pesos por dólar, impulsado por la debilidad de la moneda estadounidense. Cabe destacar que el mercado mexicano estuvo cerrado jueves y viernes por la Semana Santa, por lo que apenas este lunes retomó operaciones.
En Estados Unidos, las bolsas de valores registraron fuertes caídas:
- Nasdaq bajó 1.58%,
- S&P 500 cayó 1.30%,
- Dow Jones retrocedió 1.10%.
En cambio, la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) inició con optimismo y subió 1.08%, desmarcándose del mal desempeño de Wall Street.
Otro dato relevante es que el oro, considerado el refugio financiero por excelencia, alcanzó precios cercanos a un récord, cotizando en más de 3,429 dólares por onza, subiendo casi 3%. Esto refleja el temor de los inversionistas, que buscan seguridad en medio de la inestabilidad.
En el plano internacional, países como Japón y Canadá muestran señales de distanciamiento de EE.UU. en temas comerciales. Japón se negó a seguir cediendo ante las demandas de Washington sobre aranceles, y Canadá anunció medidas para reducir su dependencia económica de su vecino del sur.
Por último, los bonos del Tesoro también reflejan esta incertidumbre: la rentabilidad a 10 años bajó ligeramente a 4.365%. Mientras tanto, los precios del petróleo también cayeron, con el Brent en 66.13 dólares y el WTI en 62.26 dólares, ambos con pérdidas cercanas al 2.7%.