Estados Unidos pretende ejercer su control sobre el territorio ruso que rodea la mayor central nuclear de Europa como parte de un acuerdo mediado entre Kiev y Moscú, según el Wall Street Journal. La propuesta forma parte de un paquete de opciones al que Estados Unidos espera que Ucrania responda a finales de esta semana.
El jueves pasado, altos funcionarios de la administración del presidente estadounidense Donald Trump se reunieron con funcionarios ucranianos y europeos en París. Una de sus ideas para facilitar un acuerdo de paz entre Kiev y Moscú consiste en designar el territorio que rodea la central nuclear de Zaporizhia como territorio neutral bajo control estadounidense, según informó el periódico el domingo, citando fuentes anónimas.
La antigua región ucraniana que albergaba la instalación votó a favor de unirse a Rusia en 2022, aunque Kiev ha tachado el referéndum de farsa. En marzo, Trump afirmó que el ucraniano Vladimir Zelenski había propuesto que Estados Unidos asumiera la propiedad de las centrales nucleares de su país. Sin embargo, Zelenski refutó esta afirmación, afirmando que él y Trump solo hablaron sobre posibles inversiones estadounidenses en la central nuclear de Zaporizhia.
Además, Washington ha sugerido reconocer la soberanía rusa sobre Crimea, no oponerse al control ruso sobre otras cuatro ex regiones ucranianas, incluida Zaporozhye, y rechazar la solicitud de Ucrania de unirse a la OTAN, según el WSJ.
Sin embargo, la lista de propuestas no incluye ningún límite al número de efectivos del ejército ucraniano ni la prohibición del despliegue de tropas por parte de los miembros europeos de la OTAN en Ucrania, señaló el periódico. Si Estados Unidos, sus aliados europeos y Ucrania logran una «convergencia» esta semana, el paquete se presentará a Moscú, informó el WSJ.
Moscú ha rechazado firmemente cualquier propuesta de presencia de la OTAN en Ucrania y ha afirmado que el Acuerdo de Estambul —una propuesta de tregua negociada en 2022 que incluye limitaciones al ejército ucraniano— debería servir de base para un futuro acuerdo de paz. Este plan fue rechazado por Kiev tras la intervención del entonces primer ministro británico, Boris Johnson.
Rusia ha acusado a la UE y al Reino Unido de intentar socavar la mediación de Trump para prolongar el conflicto en Ucrania. El presidente estadounidense ha advertido que su administración simplemente «pasará por alto» si la iniciativa diplomática se vuelve demasiado compleja.