La presidenta de la Asociación de la Industria Automotriz de Alemania, Hildegard Müller, ha expresado su preocupación por el futuro de la producción de automóviles en el país debido a los crecientes precios «tóxicos» de la energía. Según Müller, Alemania está perdiendo su competitividad internacional como centro de la industria automotriz debido al aumento de los costos energéticos.
En una entrevista con la directora de Microsoft Alemania, Marianne Janik, Müller señaló que otros países están volviéndose más atractivos para industrias clave como la fabricación de baterías o semiconductores. Esta tendencia plantea un desafío adicional para Alemania, que ya enfrenta una situación económica desfavorable.
La presidenta de la asociación automotriz destacó que el rápido aumento de los precios de la energía está afectando negativamente a los proveedores medianos en Alemania, y advirtió que las inversiones podrían desviarse hacia otros países de la Unión Europea o Estados Unidos en lugar de dirigirse hacia Alemania.
Además de los costos energéticos, Müller mencionó otras preocupaciones en la industria automotriz alemana, como la sobrerregulación, los retrasos en las decisiones políticas y la falta de un marco legal adecuado para futuras reformas, especialmente en productos tecnológicos como la inteligencia artificial.
Una encuesta reciente de la Cámara de Comercio e Industria de Alemania reveló que más del 50% de las empresas alemanas han perdido la confianza en la política energética del país. Además, creen que la transición hacia las energías renovables y la disminución de la dependencia del gas ruso tendrán un impacto negativo en sus negocios. La investigación también mostró que un número creciente de empresas considera abandonar Alemania, con casi un tercio de las empresas industriales planeando trasladar su producción al extranjero o reducir la producción nacional.
