Cinco asociaciones empresariales con sede en la Unión Europea (UE), que representan a los consumidores de aluminio, han solicitado a la Bolsa de Metales de Londres (LME) que rechace las demandas de sanciones sobre el metal primario ruso. En un comunicado lanzado el viernes por la Federación de Consumidores de Aluminio en Europa (FACE), se describió la presión para imponer sanciones como «manipulaciones obvias del mercado».
La solicitud surge después de que el productor noruego Norsk Hydro instara a la LME a reconsiderar una decisión tomada en marzo de no prohibir el aluminio ruso en su red de almacenes. Norsk Hydro argumentó que el aluminio ruso, sujeto a sanciones por parte de Estados Unidos, domina las existencias del almacén de la LME y plantea riesgos para el mercado.
En la carta enviada a la LME, FACE, con sede en Bélgica, junto con cuatro asociaciones de Alemania e Italia, calificó los llamados a prohibir el aluminio ruso como «manipulaciones obvias del mercado por parte de intereses creados». Según las asociaciones, estos llamados fueron realizados por los principales productores de metales que son competidores directos del fabricante ruso Rusal.
En el comunicado, FACE afirmó que una prohibición del aluminio ruso sería «suicida» en el contexto actual de «enorme déficit de metales» en Europa, altos precios de la energía e inflación.
El secretario general de FACE, Mario Conserva, destacó que las pequeñas y medianas empresas representan el 90% de la mano de obra de la industria del aluminio de la UE y el 70% de su producción. Sin embargo, lamentó que sus intereses no se tengan en cuenta al tomar decisiones de política comercial y de suministro.
La solicitud de las asociaciones empresariales resalta el debate en curso sobre la imposición de sanciones al aluminio ruso y su impacto potencial en el mercado europeo, considerando los diversos intereses en juego dentro de la industria del aluminio en la Unión Europea.
