La actividad empresarial en los 19 países europeos que utilizan el euro ha experimentado una contracción más pronunciada de lo esperado, según datos recopilados por S&P Global. El índice de gerentes de compras (PMI) compuesto final de la eurozona cayó a 46,7 en agosto desde 48,6 en julio, lo que representa su nivel más bajo desde noviembre de 2020 y sugiere una contracción económica.
El PMI es un indicador clave de la salud económica, donde una lectura por encima de 50 indica crecimiento o expansión, mientras que una lectura por debajo señala contracción. La caída en el PMI compuesto refleja una desaceleración tanto en la industria de servicios como en el sector manufacturero de la región.
S&P Global informó que la producción se redujo tanto en el sector de servicios como en el de manufactura por primera vez en 2023. El sector de servicios experimentó la contracción más pronunciada desde febrero de 2021, mientras que la producción de bienes cayó por quinto mes consecutivo.
Alemania y Francia registraron las caídas más significativas en el PMI, mientras que Italia y España experimentaron caídas más modestas. El PMI de servicios también cayó, reflejando un menor gasto de los consumidores debido al aumento de las tarifas de endeudamiento y los altos costos de vida.
El índice de demanda se redujo a su nivel más bajo desde principios de 2021. Además, el índice compuesto de empleo también cayó, lo que sugiere una posible reducción de empleos en el futuro cercano.
Los analistas advierten que las lecturas actuales indican que la eurozona podría estar al borde de una recesión. Se prevé que la segunda mitad del año presente un mayor desafío económico en la región, y algunas estimaciones sugieren una contracción del PIB en el tercer trimestre.
