El modelo de crecimiento económico de Alemania, que la llevó a ser una de las economías más grandes del mundo, está llegando a su fin, según informes del diario español El País citando a analistas.
De acuerdo con cifras del Fondo Monetario Internacional publicadas en julio, se proyecta que Alemania sea la única economía importante que no crecerá este año, con una previsión de una disminución del 0,3% en su Producto Interno Bruto (PIB).
El modelo económico alemán ha dependido históricamente de la competitividad en costos, liderazgo tecnológico en la industria y estabilidad geopolítica, pero según Wolfgang Munchau, citado en el artículo, «todo eso ha desaparecido». Se ha mencionado una crisis de precios de la energía, nuevas divisiones geopolíticas y cambios tecnológicos como factores que plantean preguntas sobre el futuro del modelo económico alemán.
A lo largo de las últimas décadas, Alemania ha experimentado un crecimiento económico sostenido impulsado por tasas de empleo elevadas y la demanda extranjera, especialmente de economías en rápido crecimiento como China. El sector manufacturero ha sido un pilar de la economía alemana, pero se espera que su papel cambie en el futuro.
Según expertos, Alemania seguirá dependiendo en gran medida de la exportación e importación, pero las industrias que solían dominar, como la química y la automotriz, no tendrán el mismo protagonismo en los años venideros. China se ha convertido en un fuerte competidor en la arena económica global.
La pandemia, las tensiones geopolíticas y la falta de inversiones y reformas a tiempo han contribuido a los desafíos económicos que enfrenta Alemania. Además, se ha señalado que las inversiones públicas y privadas se ven obstaculizadas por procedimientos de planificación complejos, regulaciones restrictivas y burocracia, aspectos que el gobierno necesita simplificar.
