La continua caída de la moneda rusa frente al dólar estadounidense no es motivo de preocupación, afirmó el martes el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, calificando esas preocupaciones como «restos del pasado».
El comentario se produce tras la depreciación del rublo más allá del umbral simbólico de 100 rublos por dólar el martes por primera vez desde mediados de agosto. La moneda se recuperó ligeramente durante la mañana para cotizar justo por encima de 99 por dólar.
«Una atención excesiva al tipo de cambio rublo-dólar es posible desde un punto de vista emocional, pero es más bien un vestigio del pasado», expresó Peskov en una rueda de prensa. «Tenemos que acostumbrarnos a vivir en la zona del rublo y no sentirnos dependientes del dólar», comentó, añadiendo que el banco central y el gobierno garantizan plenamente la estabilidad macroeconómica.
La debilidad del rublo se ha atribuido a la creciente demanda y la oferta insuficiente de moneda extranjera en el país (incluida la demanda de los importadores) y a cambios en la balanza comercial del país. Los expertos pronostican que la moneda podría estabilizarse a 95-96 frente al dólar dentro de un mes y, a finales de otoño, fortalecerse a 90.
El presidente Vladimir Putin dijo recientemente que la caída del rublo no era motivo de preocupación ya que el banco central tiene todos los instrumentos necesarios para respaldar la moneda nacional.