El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, reveló su plan para saldar la deuda histórica con el sur del país: el Corredor Transístmico. Este ambicioso proyecto busca ser la respuesta nacional al famoso Canal de Panamá y promete transformar la infraestructura y el comercio en Chiapas, Campeche, Quintana Roo y Tabasco.
López Obrador enfatizó la importancia estratégica del Corredor Transístmico, describiéndolo como el maná que revitalizará la actividad comercial en la región. Más allá de ser una simple vía de transporte, se espera que el megaproyecto contribuya al impulso del turismo, generando empleos y mejorando el bienestar de la población local.
Comparando su proyecto con el Canal de Panamá, el presidente destacó la supuesta insuficiencia de este último debido a problemas ambientales y climáticos. En este sentido, López Obrador subrayó la necesidad de una solución más grande y eficiente para conectar los océanos Pacífico y Atlántico.
Con un tono nacionalista, el mandatario aseguró que el Corredor Transístmico será completamente mexicano, sin concesiones extranjeras. Estableció como requisito fundamental que solo empresas mexicanas manejen los dos puertos y el ferrocarril asociados al proyecto, reafirmando la soberanía nacional como prioridad.
Como parte del proyecto, sorprendió a la audiencia al revelar que uno de los seis parques industriales se concesionará a una compañía danesa para la producción de hidrógeno verde. Esta inyección de tecnología extranjera, según López Obrador, contribuirá a la modernización y sostenibilidad del megaproyecto, asegurando un futuro prometedor para la región sur de México.
En resumen, la inauguración del Corredor Transístmico se presenta como una gran logro del presidente López Obrador con el desarrollo del sur del país.
