El presidente de Rusia, Vladímir Putin, ha señalado este martes que le sorprenden las tácticas empleadas por Kiev en el campo de batalla para contrarrestar a las tropas rusas, ya que parece que Ucrania utilice a sus propios ciudadanos como carne de cañón.
«Ahora, lo ve usted mismo, la situación en la línea de contacto es estable»
(Leonid Pásechnik, El mandatario dirigiéndose al jefe interino de la República Popular de Lugansk.)
«Es más, a veces miro lo que hace el otro bando y tengo la impresión de que no son su gente en absoluto aquellos a quienes empujan hacia los campos minados, bajo nuestros ataques de artillería. Actúan como si directamente no fueran sus ciudadanos. Es asombroso«, manifestó el líder ruso. «Pero son sus asuntos y sus problemas«.
A inicios de agosto, el Ministerio de Defensa de Rusia comunicó que las Fuerzas Armadas de Ucrania perdieron más de 43.000 efectivos durante su contraofensiva en los meses de junio y julio. El portavoz ministerial, Ígor Konashénkov, subrayó que el número de bajas no incluye a heridos ni a mercenarios evacuados a hospitales ucranianos y extranjeros, ni tampoco a los soldados abatidos como resultado de ataques contra instalaciones en la retaguardia con el uso de armas de alta precisión y gran alcance.
Desde el organismo precisaron que las fuerzas rusas destruyeron más de 4.900 unidades de equipo militar de diferente tipo desde que Kiev dio inicio a sus ataques a gran escala.
A finales de julio, Putin señaló que la contraofensiva que Kiev inició el pasado 4 de junio «fracasó«. Mientras tanto, altos funcionarios en Occidente, así como el propio presidente ucraniano, Vladímir Zelenski, reconocían que la contraofensiva va «más lenta» de lo esperado.
