La Cancillería de Lituania ha calificado de «histórica» la cumbre que la OTAN llevará a cabo los días 11 y 12 de julio en la capital del país, Vilna. Y el evento no solo será histórico para el país báltico y para su capital, «que este año celebra su 700.º aniversario», sino también para la propia Alianza Atlántica.
El organismo señala que la importancia de la cumbre reside tanto en el hecho de que se desarrollará prácticamente en las fronteras orientales del bloque militar como en las decisiones que se tomarán en ella, y que «contribuirán al crecimiento y la fortaleza de la Alianza».
«Dos grandes amenazas»
Se prevé que durante estas dos jornadas los líderes de los países miembros mantengan una serie de encuentros con sus aliados, además de celebrar una reunión encabezada por el secretario general del bloque, Jens Stoltenberg, sustancial para abordar su futuro desarrollo y funcionamiento.
«En la cumbre daremos nuevos pasos importantes para reforzar nuestra disuasión y defensa. Con tres nuevos planes de defensa regional para contrarrestar las dos principales amenazas a nuestra alianza: Rusia y el terrorismo», adelantó el propio Stoltenberg la semana pasada.
Según el alto funcionario, los planes militares de la organización incluyen el despliegue de 300.000 soldados en Europa en alerta máxima. Además, los países miembros fijarán el 2 % del PIB como mínimo para gastos militares, mientras que el gasto en defensa de la OTAN se incrementará un 8,3 % en 2023.
Stoltenberg también señaló que los países de la alianza aumentarán el suministro de proyectiles de artillería a Ucrania. Según afirmó, el bloque prepara un paquete de ayuda adicional de más 500 millones de dólares para Kiev, que incluye combustible y suministros médicos.
¿Podrá Ucrania unirse a la OTAN?
Ucrania, no obstante, considera insuficiente un nuevo paquete de ayuda militar, ya que sus dirigentes ucranianos hace tiempo que exigen la adhesión de su país a la OTAN y presentaron una solicitud de incorporación acelerada a la Alianza en septiembre de 2022, en pleno conflicto bélico con Rusia.
Sin embargo, pese a la presencia confirmada de Vladímir Zelenski a la cumbre, así como la promesa de Stoltenberg de aprobar un plan de apoyo de Ucrania a largo plazo que la hará «más fuerte y la acercará a la alianza», el sueño de Kiev para unirse al bloque parece estar lejos de cumplirse.
Cuando tan solo faltaban unos días para que empezara la cumbre, The Washington Post informó el pasado viernes que los miembros de la OTAN aún no se habían puesto de acuerdo sobre lo que le ofrecerían a Ucrania. Según el periódico, aunque Kiev insiste en unirse al bloque, funcionarios estadounidenses y de la Alianza Atlántica hablaron de considerar propuestas de pactos de defensa o memorandos de seguridad. No obstante, el medio señaló que no estaba claro si estos ayudarían a Ucrania.
Por otro lado, el diario alemán Bild reportó este lunes que EE.UU. y Alemania planean bloquear la solicitud de Ucrania de adhesión a la OTAN. De acuerdo con la información del medio, Berlín y Washington también presionan a otros miembros de la Alianza para que compartan su postura respecto a la adhesión de Ucrania.
También hay que destacar que el deseado protagonismo de Kiev para convertirse en uno de los temas principales del encuentro se verá eclipsado por Suecia, que también aspira a formar parte de la Alianza. Y pese a que en una céntrica plaza de la capital lituana se ha instalado un escenario con los colores de la bandera ucraniana y un gran mensaje con el texto #UkraineNATO33 (simbolizando que Ucrania se convertiría en el 33.º miembro de la OTAN), la realidad es que actualmente la Alianza solo cuenta con 31 integrantes.
¿Y qué pasa con Suecia?
Puede que muchos den prácticamente por hecho el ingreso de Estocolmo a la OTAN, pero su proceso de adhesión lleva prolongándose desde hace más de un año. Empezó en mayo de 2022, cuando Suecia y Finlandia solicitaron formalmente unirse a la OTAN, pero Turquía se negó a respaldar su ingreso argumentando que los dos países nórdicos albergaban en sus territorios a miembros de organizaciones que Ankara considera terroristas.
Ya a principios de marzo de este año, Erdogan anunció que Helsinki había tomado medidas concretas para cumplir sus promesas de reprimir a estos grupos, y el 4 de abril Finlandia se unió a la Alianza. En cuanto a Suecia, Turquía ha declarado en repetidas ocasiones que aún debe tomar medidas adicionales contra los miembros de la red a la que Ankara considera responsable del intento de golpe de Estado de 2016.
Además, las tensiones se agudizaron después de que las autoridades suecas concedieran recientemente permiso para la quema de un Corán frente a la Embajada turca y a manifestaciones de simpatizantes del Partido de los Trabajadores del Kurdistán en el centro de Estocolmo.
No obstante, este lunes Erdogan expresó que su país aprobaría la adhesión de Suecia a la OTAN si la Unión Europea «abre el camino» hacia el bloque comunitario para Ankara. «Turquía ha estado esperando en la puerta de la Unión Europea durante más de 50 años y casi todos los países miembros de la OTAN ahora son miembros de la Unión Europea», dijo el mandatario turco.
«Vengan y abran el camino para la membresía de Turquía a la Unión Europea. Cuando allanen el camino para Turquía, nosotros allanaremos el camino para Suecia como lo hicimos para Finlandia«, indicó Erdogan. Pero tan solo unas horas más tarde Stoltenberg anunció que Ankara abandonará su oposición a la membresía de Estocolmo a la alianza militar.
De acuerdo con el secretario general de la OTAN, Erdogan enviará al Parlamento turco la cuestión de la candidatura de Suecia a formar parte del bloque militar y «garantizará su ratificación«. Stoltenberg precisó que el cambio en la postura de Erdogan se produjo durante su reciente encuentro con el primer ministro sueco, Ulf Kristersson. De ese modo, la membresía del país escandinavo se convertirá en otro de los temas difíciles a abordar durante la cumbre, y Turquía será una pieza clave para que la cuestión tenga un desenlace u otro en función de si se cumplen o no sus demandas.
¿Quién podría sustituir a Stoltenberg?
Aparte de las posibles nuevas adhesiones, el bloque también podría abordar otro importante asunto interno: quién será su secretario general. El pasado martes se prorrogó por un año, hasta octubre de 2024, el mandato de Jens Stoltenberg al frente de la Alianza.
Sin embargo, los informes indican que los líderes del bloque militar esperaban acordar quién sería su sucesor durante la cumbre en Vilna, pero que no lograron ponerse de acuerdo sobre un potencial candidato.
Según varias fuentes, Joe Biden está promoviendo la candidatura de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, para encabezar la OTAN luego de que la Casa Blanca rechazara al secretario de Defensa británico, Ben Wallace, para ocupar el puesto. Y mientras surgen temores de que no se logre encontrar a un candidato aceptable en los próximos 12 meses, la funcionaria europea ya dejó claro que no le interesa el cargo.
Se reporta que Wallace era uno de los favoritos entre varios Estados miembros de la OTAN, pero las tensiones con Washington a raíz de su apoyo sin precedentes a Ucrania supusieron un obstáculo, ya que Washington no ve con buenos ojos que el secretario de Defensa británico a menudo fuera más lejos que EE.UU. en su apoyo militar a Kiev, incluso suministrando tanques y misiles de crucero de largo alcance.