Expertos en la industria de armamento y geopolítica han sugerido que el aumento de las ventas de armas indias a países del Sudeste Asiático, en particular a Filipinas e Indonesia, podría ser parte de un intento de Nueva Delhi de convertirse en un proveedor clave de armas para frenar la creciente asertividad de China en la región.
Yogesh Joshi, investigador del Instituto de Estudios del Sur de Asia de la Universidad Nacional de Singapur, ha afirmado que la India busca emerger como un importante abastecedor de armamento, especialmente en exportaciones de armas de alta gama y bajo costo que podrían impulsar la «naciente pero prometedora» industria armamentística del país.
Una empresa conjunta india-rusa, BrahMos Aerospace, ha informado sobre conversaciones avanzadas con Indonesia sobre un acuerdo de misiles de crucero supersónico por un valor de 200 millones de dólares. Además, el año pasado, cerró un contrato con Filipinas para la venta de misiles antibuques por 375 millones de dólares.
Según Joshi, estas ventas de misiles BrahMos a los mencionados países también socavarían los esfuerzos chinos «para establecer su superioridad militar en la región». «Cuanto más se atasque el Ejército chino en el mar de la China Meridional, menos será capaz de proyectar poder en el océano Índico», explicó.
La estrategia india también podría tener como objetivo permitir a los países del Sudeste Asiático escapar del conflicto chino-estadounidense comprando más armas a India en lugar de a las potencias occidentales, lo que provocaría una mayor ira de China. Sin embargo, los recientes eventos geopolíticos que involucran a Rusia, un importante productor de armas, podrían afectar las ambiciones regionales de Nueva Delhi.
Daniel Markey, asesor principal del sur de Asia en el Instituto de la Paz de EE. UU., ha afirmado que la pesadilla de Nueva Delhi sería quedarse sin acceso a las armas rusas al mismo tiempo que Pekín parece más amenazante a lo largo de la frontera entre India y China.