El Gobierno de Filipinas ha anunciado que permitirá a Estados Unidos utilizar cuatro nuevas bases militares en su territorio como parte del Acuerdo de Cooperación Reforzada en Materia de Defensa (EDCA), firmado en 2014. Las autoridades filipinas aseguran que estas nuevas instalaciones, que se suman a las cinco ya existentes bajo el EDCA, serán utilizadas para «operaciones humanitarias y de socorro durante emergencias y desastres naturales», así como para «propósitos de entrenamiento y ejercicio conjunto» entre las fuerzas militares de ambos países.
Entre las nuevas ubicaciones anunciadas se encuentran la base naval Camilo Osias, situada a unos 400 kilómetros de Taiwán, y el aeropuerto Lal-lo, ambos en la provincia de Cagayán. Además, se ha revelado que el campamento militar Melchor Dela Cruz, en la provincia de Isabela, y un lugar que se convertirá en una base aérea en la isla de Balabac, cerca del mar de la China Meridional, también albergarán a militares de EE.UU.
El anuncio ha generado controversia y ha suscitado preocupación tanto en la provincia de Cagayán como en China, ya que este país ha instado a Filipinas a no reforzar su cooperación militar con Estados Unidos, considerando que tal decisión podría afectar su propia seguridad y favorecer los intereses geopolíticos estadounidenses en la región del Indo-Pacífico. Es importante señalar que Pekín y Manila mantienen disputas territoriales en el mar de la China Meridional.