Un dron suicida atacó este lunes una base militar de las fuerzas de la coalición antiyihadista liderada por EE.UU. cerca del aeropuerto de Erbil, en la región semiautónoma del Kurdistán, al norte de Irak.
El ataque dejó varios heridos y afectó al funcionamiento del aeropuerto, dijo en un comunicado el portavoz de las Fuerzas Armadas iraquíes, Yahya Rasoul, quien lo calificó como un «acto terrorista» que solo pretende «perjudicar los intereses de Irak«.
Horas más tarde, un grupo armado autodenominado Resistencia Islámica en Irak reivindicó el ataque, añadiendo que también habían lanzado un dron cargado con bombas contra la base militar estadounidense de Green Village en Siria.
Por su parte, el Ejército de estadounidense confirmó que el golpe había dejado a uno de sus militares en estado crítico y herido a otros dos. Asimismo, anunció que llevó a cabo ataques aéreos como represalia en la zona.
La ofensiva forma parte de una serie de medidas de represalia contra las fuerzas estadounidenses en medio del actual conflicto entre Israel y el movimiento palestino Hamás. Un recuento realizado por oficiales militares estadounidenses ha contabilizado 103 ataques contra sus tropas en Irak y Siria desde el 17 de octubre, según recoge
