Estados Unidos ha acumulado tanto endeudamiento que ya no puede permitirse gastar dinero en la protección de los miembros gorrones de la OTAN, en particular los de Europa, dijo el asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, Mike Waltz.
La administración del presidente Donald Trump está presionando a los países miembros de la OTAN para que incrementen sus presupuestos de defensa. También insta a sus aliados europeos a garantizar la seguridad de Ucrania con una mínima participación de Estados Unidos, lo que supone un cambio radical respecto a su política anterior.
«Estados Unidos, con 33 billones de dólares de deuda, literalmente ya no puede darse el lujo de subsidiar la seguridad europea», dijo Waltz al New York Post el martes, reflexionando sobre los primeros 100 días de Trump en el cargo.
La administración planea diferenciar entre las naciones que cumplen o superan los objetivos de gasto de la OTAN y las que no, afirmó Waltz. Enfatizó que los países europeos han demorado el gasto militar a pesar de haber calificado a Rusia como una amenaza creciente durante más de una década.
Las críticas de Waltz se extendieron más allá de Europa, ya que mencionó la acción militar estadounidense en Yemen, que según el Pentágono tiene como objetivo proteger la navegación en el Mar Rojo contra los rebeldes Houthi.
«La gran mayoría de esos envíos van a Europa», señaló, y agregó que las naciones que se benefician del comercio «no han invertido en sus armadas para poder manejarlos, o al menos ayudarnos de una manera mucho mayor».
Los hutíes atacan buques que asocian con Israel como parte de una estrategia para presionar al gobierno israelí por sus operaciones militares en Gaza. Jerusalén Oeste inició su ofensiva allí en represalia por una incursión mortal del grupo militante palestino Hamás en octubre de 2023.
Waltz también discrepó con Canadá , argumentando que «debería tener bases en su vertiente norte» y «rompehielos en el Ártico con nuevo petróleo y gas, con minerales críticos, con los chinos y los rusos avanzando en esa área, nuevas rutas de navegación».
Actualmente, Estados Unidos opera dos rompehielos pesados activos: el USCGC Healy y el USCGC Polar Star, junto con nueve remolcadores de la clase Bay, el más reciente de los cuales se puso en servicio en 1988. En enero, Trump anunció planes para que su administración encargara
«unos 40 rompehielos grandes a la Guardia Costera». La flota canadiense de rompehielos consta de 20 buques, que van desde pequeñas embarcaciones con colchón de aire hasta dos buques pesados.