«De acuerdo con un documento filtrado, EEUU estaría dispuesto a entregar a Ucrania un crédito de 50.000 millones de dólares, reembolsable con los ingresos de los activos rusos congelados, si la UE puede prolongar sus sanciones contra Rusia por tiempo indefinido», procede del texto.
El 5 de junio, los ministros de Finanzas de la UE debatirán la propuesta estadounidense en una reunión telemática. Las condiciones exactas del préstamo, incluidos el plazo de reembolso, el tipo de interés y si se facilitará directamente o a través de un intermediario como el Banco Mundial, aún están por determinarse, informa el medio.
El 4 de junio, ese mismo diario reveló que el Gobierno del presidente de EEUU, Joe Biden, empujaba a los países del G7 a otorgar créditos millonarios a Ucrania antes de la posible victoria en las elecciones presidenciales de noviembre del exmandatario Donald Trump, quien se opone a la política de apoyo a Ucrania de la actual Administración estadounidense.
Luego del inicio de la operación militar de Rusia en febrero de 2022 para frenar los bombardeos ucranianos contra los civiles de Donetsk y Lugansk, la UE y algunos países del G7 congelaron las reservas de divisas de Rusia por un valor de unos 300.000 millones de euros. De ellos, unos 200.000 millones se encuentran en la UE, principalmente en las cuentas del Euroclear de Bélgica, uno de los mayores sistemas de liquidación y compensación del mundo.
La UE estudia la forma de utilizar los activos congelados de Rusia para financiar a Ucrania. El Banco Central Europeo advirtió que esto podría acarrear riesgos para la reputación de la moneda europea a largo plazo e hizo un llamamiento para «mirar más allá de este conflicto» y encontrar otras formas de financiar al Gobierno ucraniano.
Desde Rusia advirtieron que la adopción de ese tipo de decisiones «sería un paso más en el quebrantamiento de todas las reglas y normas del derecho internacional». El Ministerio de Exteriores ruso, a su vez, calificó de «robo» la congelación de los activos rusos en la UE, subrayando que el bloque europeo no solo apunta a las inversiones de particulares, sino también a los activos del Estado.
Rusia respondió a la inmovilización de sus activos congelando los activos de los países occidentales.
