La llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos no detendrá las inversiones de los fabricantes chinos de vehículos eléctricos en México, pues estos podrán centrarse en el mercado interno mexicano y evitar la exportación a EE. UU., según Luis Felipe Alcántara Pozos, asociado de RCPH Servicios.
Alcántara destacó que, aunque se espera que las inversiones de China no sufran grandes alteraciones, probablemente se redirigirán hacia el mercado mexicano, que por sí mismo ya resulta muy atractivo, además de fortalecer el enfoque hacia América Latina. De hecho, señaló que empresas chinas como Changan y BYD podrían formalizar sus inversiones en el país en el corto plazo.
Actualmente, se prevé una inversión de más de 7 mil millones de dólares en proyectos de electromovilidad en México, con alrededor de 3 mil millones de dólares provenientes de la marca Changan. Por su parte, BYD ha mantenido en suspenso el monto de su inversión debido al proceso electoral en Estados Unidos. Sin embargo, Jorge Valle, director general de BYD, aseguró en una conferencia con medios que la empresa tiene la decisión tomada de construir una planta en México, ya que se trata de una “decisión de negocios” ya confirmada.
Durante su campaña, Donald Trump prometió imponer un arancel del 200% a los vehículos fabricados en México por compañías chinas que deseen exportarlos a EE. UU. No obstante, los desafíos en el sector energético, derivados del cumplimiento del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), seguirán siendo un tema pendiente bajo la administración de Trump, según el especialista en política pública, Jorge Molina.
Molina advirtió que las quejas en materia energética siguen siendo relevantes para la Oficina del Representante Comercial de EE. UU. (USTR), lo que permitiría a Estados Unidos solicitar la formación de paneles de solución de controversias cuando lo considere necesario. A su juicio, México difícilmente podrá negociar una solución que evite estos procesos. Además, anticipó que las empresas estadounidenses buscarán presionar al gobierno mexicano mediante lobbies con la administración de Trump.
En julio de 2022, el gobierno de Joe Biden solicitó una consulta de resolución de disputas con México, alegando que varias de las reformas energéticas impulsadas por la administración de Andrés Manuel López Obrador afectaban a los inversionistas estadounidenses en el país. El caso sigue abierto.
En cuanto a la política energética, Molina consideró que la presidencia de Trump podría ser perjudicial para la transición hacia energías limpias y renovables, ya que el mandatario republicano ha señalado su intención de aumentar la producción de petróleo, lo que contrasta con los esfuerzos de la administración Biden para promover la movilidad eléctrica y proyectos sustentables. Además, Molina destacó que Trump podría abandonar acuerdos internacionales como el de París y poner en peligro la Ley para Reducir la Inflación, que ofrecía financiamiento para iniciativas de energía renovable.