El Ministerio de Finanzas y el banco central de Rusia anunciaron el miércoles una relajación de las restricciones al pago de dividendos a inversores extranjeros que participen en la economía rusa. Estas restricciones habían sido establecidas como parte de los controles de capital implementados por Moscú el año pasado en respuesta a las sanciones occidentales.
De acuerdo con un comunicado publicado en el sitio web del ministerio, «el pago de dividendos a personas extranjeras puede realizarse sin restricciones, pero su volumen no debe exceder el monto de la inversión en Rusia». Esta medida busca fomentar la inversión extranjera en el país.
Además, se han establecido ciertas condiciones para el pago de dividendos a no residentes de jurisdicciones consideradas «hostiles». Estas condiciones incluyen que las inversiones en Rusia hayan sido realizadas después del 1 de abril de 2023 y que contribuyan a la expansión de la producción y al desarrollo de nuevas tecnologías en el país.
Previo a esta medida, el volumen de pagos de dividendos no podía superar el 50% del beneficio neto total del año anterior, y estaba sujeto al cumplimiento de indicadores clave de desempeño (KPI) específicos.
Anton Siluanov, ministro de Finanzas ruso, había señalado con anterioridad a TASS que los inversores extranjeros deberían seguir trabajando en Rusia y que las empresas solo tendrían derecho a recibir dividendos si demostraban su compromiso de permanecer en el país, mantener empleos y continuar con sus operaciones.
Esta flexibilización de las restricciones al pago de dividendos refleja la voluntad de Rusia de atraer inversión extranjera y promover el desarrollo económico en el país, al tiempo que busca equilibrar sus políticas en medio de tensiones geopolíticas y sanciones internacionales.
