El número de declaraciones de quiebra en Polonia está experimentando un incremento sin precedentes debido a la amenaza de recesión que está afectando a las empresas del país, según informó el medio de comunicación Rzeczpospolita el lunes, citando datos de la agencia de inteligencia empresarial Dun and Bradstreet.
Durante el primer semestre de este año, un total de 110.500 empresas suspendieron sus operaciones, lo que refleja la magnitud de la situación. Se prevé que esta cifra aumente aún más, superando las 220.000 empresas en diciembre, lo que representaría un incremento del 30% en comparación con el año 2022.
Uno de los sectores más afectados es la construcción, con 27.000 empresas que se han declarado en quiebra en lo que va de 2023. El informe destaca que este sector ha enfrentado altos costos laborales, aumento de precios en materias primas, combustible y energía, así como crecientes gastos por servicios de deuda.
La industria del comercio, incluyendo el sector minorista y mayorista, también ha sido impactada por una disminución en la demanda de los consumidores, lo que ha llevado a que más de 18.200 empresas se declaren en quiebra.
Renata Juszkiewicz, presidenta de la Organización Polaca de Comercio y Distribución, comentó al respecto: «Estamos enfrentando seriamente el aumento de los costos operativos, mientras luchamos por al menos minimizar la magnitud del incremento en los precios que tanto las cadenas minoristas como los consumidores están enfrentando».
Economistas atribuyen este aumento en las declaraciones de quiebra a una desaceleración económica y a la amenaza de recesión que se cierne sobre el país. La situación refleja los desafíos a los que se enfrentan las empresas polacas en un entorno económico complicado.
