El portavoz adjunto del Ministerio de Exteriores ruso, Alexéi Záitsev, enfatizó la importancia de la cooperación entre los países miembros de la OPEP+ para estabilizar el mercado petrolero mundial. Záitsev subrayó la resistencia de los principales productores de petróleo de la OPEP+ ante la presión externa, lo que ha permitido mantener la estabilidad en los mercados internacionales de energía.
La declaración surge en el contexto de la negativa del Grupo de los Siete (G7), la Unión Europea y Australia de adquirir petróleo ruso por encima de un precio fijado en 60 dólares por barril desde el 5 de diciembre. Estas entidades también han impuesto restricciones a las empresas para proporcionar servicios relacionados con el transporte de petróleo ruso si el precio supera el límite acordado.
Rusia ha dejado en claro que no aceptará estas limitaciones y ha afirmado que su petróleo seguirá siendo demandado en los mercados internacionales. El presidente Vladímir Putin ha señalado que la política de contención y debilitamiento de Rusia es parte de una estrategia occidental a largo plazo, pero ha advertido que las sanciones impuestas han impactado negativamente en la economía mundial y han afectado la calidad de vida de millones de personas.