El Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF) ha reducido nuevamente su pronóstico de crecimiento económico para México en 2025, estimando ahora que el Producto Interno Bruto (PIB) crecerá apenas un 0.2%. Esta cifra es incluso menor al 0.6% que había proyectado en marzo, y refleja un panorama económico complicado, marcado por la incertidumbre política y comercial, especialmente por la relación con Estados Unidos.
Según la presidenta del IMEF, Gabriela Gutiérrez, esta nueva proyección no toma en cuenta aún los posibles efectos negativos de los aranceles impuestos por EE. UU., los cuales podrían empeorar la situación. De hecho, nueve de los analistas consultados anticipan que la economía mexicana podría contraerse, y si la tendencia actual se mantiene, no sería extraño que el país entre en recesión en los próximos meses.
Además de la tensión comercial, otro factor de incertidumbre es la reforma al Poder Judicial en México y la elección de jueces y magistrados, lo cual ha generado nerviosismo en los inversionistas por el posible debilitamiento de la transparencia institucional.
Por otro lado, se ha ajustado levemente el pronóstico de inflación a la baja (de 3.9% a 3.8%) y se espera que la tasa de interés cierre el año en 8%. Pero el verdadero foco de preocupación sigue siendo la economía real: el IMEF ya detecta una contracción en su indicador económico para abril, y advierte que, si continúan los aranceles de EE. UU. o se incrementan, muchas empresas podrían enfrentar paros técnicos y despidos.
En este contexto, la revisión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) prevista para el próximo año podría verse afectada por estas tensiones. Si no se logra una consolidación fiscal y la relación con EE. UU. se deteriora aún más, México podría incluso perder su grado de inversión, lo cual complicaría aún más el panorama económico.
