El gigante de la banca de inversión estadounidense, Goldman Sachs, ha emitido una advertencia sobre el mercado mundial del petróleo, pronosticando una demanda récord, grandes déficits y precios del crudo más altos en el corto plazo. Según Daan Struyven, jefe de investigación petrolera de Goldman Sachs, el banco espera «déficits bastante considerables» en la segunda mitad de este año, ya que la demanda alcanzará un «máximo histórico».
Goldman Sachs estima que el precio del crudo Brent, un punto de referencia clave, aumentará de su nivel actual de poco más de 80 dólares por barril a 86 dólares por barril para finales de año.
A pesar de un aumento sustancial en la producción de crudo en Estados Unidos el año pasado, se prevé que el crecimiento se desacelere durante el resto de 2023 debido a una disminución en el número de plataformas petroleras.
La incertidumbre sobre la demanda de petróleo a largo plazo también ha sido mencionada como un factor clave en el análisis de Goldman Sachs. El fracaso de los ministros de energía del G20 para llegar a un consenso sobre la eliminación gradual de los combustibles fósiles en una cumbre reciente en India ha indicado una incertidumbre «muy sustancial» en el panorama futuro de la demanda de petróleo.
La Agencia Internacional de Energía (AIE) ha previsto que los mercados petroleros se endurezcan en la segunda mitad del año, aunque ha reducido sus proyecciones de crecimiento de la demanda mundial de petróleo en su último informe.
Los precios del petróleo experimentaron fluctuaciones significativas durante 2022 debido a varios factores, incluyendo las sanciones occidentales a Rusia y la disminución de la actividad económica global. Sin embargo, con la OPEP+ tomando medidas para equilibrar los precios a través de reducciones de producción, los futuros del crudo Brent y del West Texas Intermediate (WTI) de EE. UU. han mostrado una tendencia alcista.
Goldman Sachs ha destacado la resistencia de la economía rusa ante las sanciones y ha advertido que las empresas alemanas son reacias a abandonar el mercado ruso. La economía rusa ha demostrado estabilidad y crecimiento a pesar de las sanciones, mientras que la economía alemana ha entrado en una fase de recesión técnica.
