El Servicio de Administración Tributaria (SAT) presentó su Plan Maestro 2025, que se enfoca en tres áreas clave: la fiscalización para combatir la evasión fiscal y el contrabando, así como el fortalecimiento de la atención y el acompañamiento a los contribuyentes. Aunque los expertos consideran que la estrategia está bien encaminada, señalan que la situación económica del país demanda una reforma fiscal más profunda.
Para este año, el SAT tiene como objetivo recaudar 5.3 billones de pesos, lo que implica un aumento real del 2.8% en comparación con 2024, según lo estipulado en la Ley de Ingresos. Se espera que la recaudación de 2024 haya representado un 15.5% del PIB, una cifra histórica desde 1990, y se proyecta que este año se mantenga en un 14.6%.
Sin necesidad de crear nuevos impuestos ni aumentar los existentes, la autoridad fiscal confía en que podrá alcanzar sus metas gracias al refuerzo de acciones contra el contrabando y a una fiscalización más rigurosa en el comercio exterior.
Rolando Silva, vicepresidente fiscal del Instituto Mexicano de Contadores Públicos (IMCP), subrayó la importancia de estas medidas, destacando que la evasión en las aduanas es un problema real y que socios comerciales, especialmente Estados Unidos, han demandado mayores controles para evitar que, por omisión o descuido, se otorguen beneficios a ciertos países asiáticos.
Por su parte, Héctor Villarreal, profesor e investigador del Tecnológico de Monterrey, comentó que, dada la alta apertura económica de México, es probable que muchas importaciones no paguen las tarifas correspondientes y que exista contrabando de pequeña escala. Incluso, argumentó que aplicar medidas más estrictas en las aduanas podría contribuir a mejorar la seguridad pública.
El SAT también recurrirá a herramientas tecnológicas para vigilar el cumplimiento fiscal y combatir la corrupción. Además, realizará auditorías en sectores económicos con altos riesgos de evasión fiscal, y continuará con acciones de litigio estratégico en tribunales federales, con un enfoque particular en la defraudación fiscal y la emisión de facturas falsas.
Aunque estas acciones ya se vienen implementando desde el sexenio anterior, los expertos señalan que han mostrado buenos resultados. Entre enero y septiembre de 2024, se recaudaron 811 mil 249.4 millones de pesos gracias a eficiencias en la cobranza, sin necesidad de recurrir a judicializaciones. Cada peso invertido en fiscalización generó una recuperación de 243.6 pesos.