La incertidumbre por los aranceles de Donald Trump, cuestionados como ilegales por un tribunal de apelaciones, paraliza inversiones de importadores y empresas en EE.UU., retrasando el crecimiento económico proyectado en 2.5% para 2025 por el FMI. La indefinición jurídica, que podría extenderse hasta la Corte Suprema, genera costos adicionales y demoras en cadenas de suministro.
Empresas importadoras enfrentan alzas de hasta 5% en precios de bienes, lo que presiona la inflación (3% anual) y eleva costos para consumidores. La falta de claridad frena decisiones corporativas, afectando sectores minorista y manufacturero, con una posible reducción del PIB de EE.UU. en 0.3 puntos porcentuales, según analistas.
El impacto trasciende a economías como México, donde el 80% de las exportaciones dependen de EE.UU., afectando sectores automotriz y agrícola. Los mercados asiáticos y europeos aún no reaccionan plenamente, pero se espera volatilidad en el S&P 500 tras el Día del Trabajo.
La política proteccionista de Trump, que prometía un renacimiento manufacturero, no ha cumplido expectativas, debilitando acuerdos comerciales con la UE y Asia. Esto podría desacelerar el comercio global en 1.2%, según la OMC, demandando estrategias para estabilizar flujos de capital