En un hito histórico para la aviación mexicana, el presidente Andrés Manuel López Obrador dio inicio al vuelo inaugural en el relanzamiento de Mexicana de Aviación. En este contexto, el mandatario destacó la importancia de manejar la aerolínea con honestidad, subrayando la diferencia clave entre la gestión actual y el pasado privatizado.
López Obrador enfatizó la relevancia de esta nueva fase para Mexicana de Aviación al asegurar que no será administrada por individuos deshonestos. Esta declaración se convierte en una crítica directa al periodo en que la aerolínea estuvo en manos privadas, específicamente bajo la administración de Gastón Azcárraga, tras ser privatizada durante la presidencia de Vicente Fox.
El presidente recordó el mal manejo y la corrupción que llevaron a Mexicana de Aviación a la quiebra en 2010 durante su etapa privada. En contraste, con su rescate y la operación bajo la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), se comprometió a que la aerolínea será manejada con eficiencia y, sobre todo, con honestidad.
La crítica de López Obrador no solo se centró en la privatización de Mexicana de Aviación, sino que también destacó que la decisión de entregarla a manos privadas ocurrió en el año 2000 y cómo esta elección tuvo repercusiones a lo largo del tiempo. Afirmó que la mala gestión de Azcárraga resultó en la quiebra de la aerolínea, lo que generó dudas sobre la eficiencia de la gestión actual.
La respuesta del presidente a estas dudas fue clara: Mexicana de Aviación será manejada con honestidad bajo la supervisión de la Sedena. Este compromiso refleja el esfuerzo del gobierno por desvincular la aerolínea de prácticas pasadas y revitalizarla como un activo nacional que sirva al pueblo mexicano de manera eficiente y transparente.
