En un reciente discurso, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, planteó preguntas críticas sobre ciertas prácticas que podrían considerarse como actos de corrupción en el país. Hizo hincapié en la importancia de salvaguardar los intereses de la hacienda pública y de defender la soberanía de la industria eléctrica nacional frente a posibles intereses de empresas extranjeras que buscan explotar al pueblo de México mediante el cobro de tarifas de luz injustas.
El presidente cuestionó las acciones de jueces que liberan a delincuentes con criterios que parecen cínicos, destacando así la importancia de un sistema judicial justo y equitativo para todos los ciudadanos. Al tiempo que criticaba estas prácticas, López Obrador resaltó las decisiones tomadas por su administración en beneficio de los mexicanos y especialmente de los sectores más vulnerables de la sociedad.
El presidente enfatizó que su gobierno está comprometido con un enfoque distinto, uno que prioriza las necesidades de la población y trabaja para abordar las desigualdades y la injusticia social. Subrayó la importancia de actuar de manera humanitaria y de forma transparente, y expresó su rechazo a la corrupción y la hipocresía en todas sus formas.
