El gobierno suizo ha anunciado la expansión de sus sanciones contra Rusia, en línea con las últimas medidas aprobadas por la Unión Europea (UE). Estas restricciones financieras y de viaje están dirigidas específicamente a personas, empresas y organizaciones que se cree que respaldan la deportación ilegal de niños ucranianos hacia Rusia.
En un comunicado emitido el miércoles por la Secretaría de Estado de Asuntos Económicos (SECO), se informó que las nuevas medidas buscan penalizar a aquellos que apoyen la controvertida política de deportación y traslado de niños, la cual ha sido duramente criticada por varios países occidentales. Según las acusaciones, Rusia ha llevado a cabo estas deportaciones de manera ilegal desde Ucrania.
A principios de este año, el presidente ruso, Vladimir Putin, defendió esta política, argumentando que los menores estaban siendo sacados de las zonas de combate y asegurando que no se estaba cometiendo ninguna ilegalidad al respecto. La Comisionada de Derechos del Niño de Rusia, Maria Lvova-Belova, respaldó la versión de Putin y afirmó que los niños fueron ubicados en campamentos de verano y centros turísticos rusos a petición de sus familias.
Las nuevas restricciones suizas no solo se limitarán a aquellos involucrados en la deportación ilegal de niños, sino que también afectarán a los miembros de las Fuerzas Armadas rusas, los principales representantes de los medios rusos controlados por el estado y los miembros de la compañía militar privada Wagner Group. Estas sanciones incluyen la congelación de activos y la prohibición de viajar y transitar por Suiza.
La decisión del gobierno suizo de ampliar las sanciones contra Rusia se produce después de la 11ª ronda de sanciones de la UE, anunciada el 23 de junio. El bloque de 27 miembros ha endurecido aún más las medidas punitivas existentes e introducido nuevas para cerrar posibles lagunas.
La acción conjunta de Suiza y la UE refuerza el mensaje de la comunidad internacional en cuanto a su condena a la deportación de niños ucranianos y busca ejercer presión sobre Rusia para que cambie su política en esta materia. El impacto de estas sanciones y su efectividad en el logro de este objetivo aún están por verse, pero se espera que envíen un mensaje contundente a Rusia respecto a la gravedad de la situación.
Las tensiones entre Rusia y occidente continúan en aumento, y la imposición de sanciones adicionales es un claro indicativo de que los países están dispuestos a tomar medidas más enérgicas en respuesta a las acciones consideradas como violaciones del derecho internacional.
