Centrales sindicales y organizaciones sociales de Argentina protestan este miércoles en la ciudad de Buenos Aires en contra de un ‘megadecreto’ impulsado por el Gobierno del presidente Javier Milei.
La convocatoria es encabezada por la Confederación General del Trabajo (CGT) y la Central de Trabajadores Argentinos (CTA y CTA Autónoma), a la que se sumaron otras agrupaciones políticas.
Desde el mediodía, miles de personas colmaron la Plaza Lavalle, frente al edificio de Tribunales. Allí, los dirigentes de la CGT entregarán un documento a la Justicia para pedir la anulación del decreto de Milei, que deroga más de 300 leyes y avanza sobre derechos laborales.
Alejandro Bodart, secretario general del Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST), una de las agrupaciones marchantes, dijo que el ajuste del Gobierno conlleva «consecuencias sociales tremendas» y es un «ataque brutal a derechos democráticos esenciales«.
«Una brutalidad para los trabajadores, a lo cual se va a sumar el ‘tarifazo’ que se viene desde el primero de enero en el transporte, en la luz, el gas«, expresó, al tiempo que señaló que el DNU de Milei «está hecho a medida para cada uno de los grandes grupos empresarios«.
El protocolo ‘antipiquetes’
Esta manifestación pone a prueba nuevamente el protocolo ‘antipiquetes’ de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, que busca liberar las calles de manifestaciones.
Este miércoles, el vocero presidencial, Manuel Adorni, celebró que la CGT haya pedido autorización para realizar la movilización. «Consideramos que es un síntoma de que estamos viviendo un cambio de época en materia de marchas y de las organizaciones que participan en las manifestaciones en la calle«.
No obstante, dejó clara la advertencia: «Por supuesto que se va a activar el mismo protocolo de seguridad que se activó la última vez, en línea con ‘la calle no se corta’, con que el manifestarse tiene que ser una acción libre, nadie puede estar obligado a manifestarse, el que corta la calle no cobra y el que las hace las paga«.
