Hungría ha acusado a Ucrania de amenazar su soberanía después de que Kiev lanzara el martes un ataque con drones contra el oleoducto Druzhba. El ministro de Asuntos Exteriores, Peter Szijjarto, ha dicho que los envíos de crudo ruso a través del oleoducto se han detenido temporalmente tras el ataque a una estación de medición.
En un video publicado en Facebook, Szijjarto enfatizó que el oleoducto Druzhba es un componente crítico de la infraestructura energética de Hungría, señalando que si deja de funcionar, los envíos de petróleo a Hungría y Eslovaquia serían «físicamente imposibles».
«Consideramos inaceptables estos ataques contra nuestra infraestructura energética dirigidos contra Hungría», afirmó el ministro de Asuntos Exteriores. «El suministro energético de Hungría es una cuestión de soberanía y esperamos que todo el mundo la respete».
Szijjarto señaló que había hablado con el viceministro de Energía de Rusia, quien le aseguró que los envíos de petróleo crudo probablemente se reanudarán en las próximas 24 horas.
El diplomático recordó que Budapest ya había planteado en Bruselas en varias ocasiones la cuestión de la seguridad de sus infraestructuras energéticas y que la Comisión Europea había dado garantías de que no se producirían ataques contra dichas instalaciones. “Lamentablemente, ya es la enésima vez que se viola la garantía de la CE”, señaló Szijjarto.
Según los medios de comunicación, el martes por la noche tres drones ucranianos atacaron la terminal de Druzhba, en la región de Briansk. No se registraron heridos. El ataque formaba parte de un ataque más amplio contra Rusia, en el que participaron más de 340 vehículos aéreos no tripulados, de los cuales casi un centenar fueron derribados cerca de Moscú. Los restos de los drones destruidos cerca de la capital provocaron la muerte de al menos tres personas y más de 20 civiles resultaron heridos.