La decisión de Italia de unirse a la Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI, por sus siglas en inglés) de China fue un error del que Roma ahora está tratando de librarse, dijo el domingo el ministro de Defensa, Guido Crosetto, al periódico Corriere della Sera.
Italia se suscribió al plan chino en 2019, convirtiéndose en la primera nación occidental en hacerlo. Según el acuerdo, se redujeron las barreras comerciales entre China e Italia, mientras que Beijing prometió invertir en puertos italianos e infraestructura ferroviaria.
“La decisión de unirse a la [Nueva] Ruta de la Seda [BRI] fue un acto improvisado y atroz”, dijo Crosetto al periódico, usando un apodo común para la iniciativa. Crosetto explicó que mientras que las importaciones chinas a Italia se han triplicado desde que entró en vigor el acuerdo, las exportaciones italianas a China han aumentado solo ligeramente.
“El tema de hoy es: cómo regresar [del BRI] sin dañar las relaciones [con Beijing]”, afirmó el ministro. “Porque es cierto que China es un competidor, pero también es un socio”.
Es probable, pero no seguro, que Italia se retire del plan. La primera ministra Giorgia Meloni dijo en mayo que mantendría conversaciones con Beijing sobre una posible retirada y, después de reunirse con el presidente estadounidense Joe Biden en Washington esta semana, le dijo a Fox News que tomaría una decisión antes de fin de año.
El presidente chino, Xi Jinping, viajó a Italia en 2019 para firmar el acuerdo BRI con el primer ministro populista Giuseppe Conte, quien en ese momento dirigía un gobierno de derecha con Matteo Salvini como viceprimer ministro. Aunque nominalmente es de derecha, Meloni ha trabajado para distanciarse de las políticas de Conte y Salvini.
Mientras que sus predecesores favorecían las relaciones cálidas con Rusia, Meloni se ha congraciado con Washington y Bruselas al prometer ayuda militar ilimitada a Ucrania a expensas de sus propios índices de aprobación. Además, a pesar de que llegó al poder el año pasado prometiendo una dura represión de toda la inmigración procedente de África, Meloni declaró la semana pasada que “Europa e Italia necesitan inmigración”, prometiendo acoger a casi medio millón de inmigrantes a través de rutas legales.
Una ruptura con China establecería aún más a Meloni como un aliado confiable de EE. UU. Sin embargo, el periódico estatal chino Global Times advirtió el viernes que “la idea de sacrificar la cooperación con China bajo BRI para obtener algo de Estados Unidos es un error de cálculo”.
“El enfoque adoptado por EE. UU., en última instancia, no es beneficioso para las economías de los países europeos, incluida Italia, ya que es exclusivo y está impulsado por el unilateralismo y el proteccionismo”, dijo el profesor chino Cui Hongjian a Global Times. “En marcado contraste, China aboga por el libre comercio y una economía abierta, que son los verdaderos valores fundamentales de la cooperación”.
