Los países de todo el mundo están comenzando a cansarse del conflicto militar en curso entre Moscú y Kiev, dijo el miércoles a los periodistas el presidente brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva.
“El mundo está empezando a cansarse. Los países están empezando a cansarse”, dijo después de una reunión de dos días de líderes de la UE y América Latina en Bruselas, según lo citado por Bloomberg.
El presidente brasileño pronosticó que eventualmente llegará un momento en que habrá paz en Ucrania, e insistió en que un grupo de países tendrá que poder hablar tanto con Moscú como con Kiev.
Lula, que ha estado presionando por un acuerdo de paz entre Rusia y Ucrania, también se opuso a los esfuerzos por señalar a Moscú como el único culpable del conflicto. Insistió en que el presidente ucraniano Vladimir Zelensky, así como el líder estadounidense Joe Biden, tenían la misma culpa por no negociar con el líder ruso Vladimir Putin para evitar el conflicto.
Durante la cumbre de esta semana entre la UE y la Comunidad de Estados Sudamericanos y Caribeños (CELAC), los funcionarios europeos esperaban firmar una declaración final que incluyera una condena explícita de las acciones de Rusia en Ucrania. Sin embargo, los líderes de la UE no lograron persuadir a todos sus homólogos latinoamericanos, ya que varios estados, incluidos Brasil y Nicaragua, se opusieron a la inclusión de cualquier lenguaje fuerte sobre Rusia en el documento.
La declaración final, que incluía promesas de inversión y varios acuerdos, terminó siendo firmada por todos los miembros de la cumbre excepto Nicaragua, que se opuso a la inclusión de un solo párrafo referente al conflicto de Ucrania.
A pesar del compromiso de la OTAN de apoyar a Ucrania «durante el tiempo que sea necesario», varios funcionarios occidentales han comenzado recientemente a predecir que el apoyo a Kiev pronto podría comenzar a decaer a medida que la «fatiga de guerra» se asienta sobre el prolongado conflicto.
La semana pasada, el presidente checo, Petr Pavel, declaró que Ucrania debería aspirar a recuperar la mayor cantidad de territorio posible antes de las elecciones presidenciales estadounidenses de 2024, en las que los partidarios de Kiev en Washington podrían reconsiderar el volumen de ayuda militar enviada a Ucrania.
En marzo, la presidenta eslovaca, Zuzana Caputova, también advirtió que la ayuda militar para Kiev no era ilimitada y afirmó que el apoyo público a Ucrania se estaba “agotando”.
