EE.UU. ha alcanzado discretamente un acuerdo que amplía su presencia militar en una base en Catar durante otros 10 años, reporta CNN con referencia a personas familiarizadas con el asunto.
Se trata de la base aérea de Al Udeid, situada en el desierto al suroeste de Doha, que es la mayor instalación militar estadounidense en Oriente Medio y puede albergar a más de 10.000 soldados.
«El acuerdo, que no se anunció públicamente, pone de relieve la confianza de Washington en el pequeño país del Golfo, que recientemente desempeñó un papel central en la mediación para la liberación de estadounidenses cautivos en Gaza y Venezuela«.
En diciembre, el secretario de Defensa de EE.UU., Lloyd Austin, visitó la base y agradeció a Catar su compromiso de «aportar recursos significativos para aumentar las capacidades» de las instalaciones militares.
Según Austin, la presencia de tropas estadounidenses en la base «permite a EE.UU. apoyar una serie de misiones críticas en la región y responder a los desafíos» a la seguridad.
Papel importante de Catar
Catar es un importante aliado estadounidense no perteneciente a la OTAN, designación que EE.UU. otorga a sus socios cercanos no pertenecientes a la Alianza con los que el Ejército estadounidense mantiene relaciones de trabajo estratégicas, señala Reuters.
La mediación ha sido durante mucho tiempo la piedra angular de la política exterior de Catar, una estrategia clave con la que el país adquiere un prestigio en el sistema internacional. Entre otras cosas, el emirato desempeñó un papel decisivo a la hora de facilitar las negociaciones entre EE.UU. y los talibanes, que culminaron en el Acuerdo de Doha de 2020 y condujeron a la retirada de las tropas estadounidenses de Afganistán en 2021.
Además, Catar ha sido mediador en las negociaciones para liberar a los rehenes israelíes retenidos por el movimiento palestino Hamás.
Cabe destacar que Catar es considerada uno de los principales patrocinadores de Hamás. AFP reportó que el emirato paga los sueldos de los funcionarios, además de abonar 100 dólares al mes a los segmentos más pobres de la población palestina. El importe total de esa financiación entre 2012 y 2021 fue de unos 1.490 millones de dólares.
