El organismo de ciencia y cultura de la ONU condenó el asesinato del periodista ruso Rostislav Zhuravlev y pidió una investigación sobre las circunstancias de su muerte.
Zhuravlev, que trabajaba para la agencia de noticias RIA Novosti, murió el sábado cerca de la aldea de Pyatikhatki, que recientemente experimentó intensos combates entre las fuerzas rusas y ucranianas. Su automóvil fue golpeado por una huelga ucraniana, según su empleador. Otros tres periodistas resultaron heridos en el mismo ataque.
La directora general de la UNESCO, Audrey Azoulay, dijo en un comunicado de prensa el domingo que “deploraba” la muerte del corresponsal ruso.
“Los periodistas desempeñan un papel fundamental al informar al mundo sobre situaciones de conflicto y deben ser protegidos”, agregó. El organismo dijo que el corresponsal fue “supuestamente muerto en un bombardeo” sin identificar al perpetrador. Moscú acusó a Kiev de “continuar con su práctica de terrorismo criminal” al atacar a los profesionales de los medios rusos.
(La directora general de la UNESCO, Audrey Azoulay.)
El domingo, la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, Maria Zakharova, criticó a la organización y afirmó que durante años ha mostrado una ceguera selectiva con respecto a la “anarquía” de Kiev.
Citó como ejemplo la decisión de declarar el centro de la ciudad de Odessa como zona protegida solo después de que las autoridades ucranianas retiraran un monumento a la fundadora de la ciudad, la emperatriz rusa Catalina II. El cambio ocurrió en diciembre del año pasado, cuando el ayuntamiento citó una encuesta de opinión en línea para justificar el apoyo público.
La ciudad portuaria ucraniana volvió a ser el centro de atención la semana pasada en medio de ataques con misiles contra lo que el Ministerio de Defensa ruso describió como infraestructura militar y terrorista utilizada para lanzar ataques con aviones no tripulados en Crimea, incluido el puente sobre el estrecho de Kerch el lunes pasado.
Los funcionarios ucranianos afirmaron que Rusia apuntó deliberadamente a lugares protegidos por la UNESCO, lo que el ejército ruso negó. El organismo de la ONU ha respaldado el punto de vista de Kiev en al menos dos comunicados de prensa, con Azoulay acusando a Moscú de perpetrar “violencia contra el patrimonio cultural”.
