La decisión del gobierno mexicano de imponer un tope al precio máximo de la gasolina ha presionado a empresas transnacionales a buscar acuerdos con Petróleos Mexicanos (Pemex) para garantizar el suministro de combustibles, informó la Secretaría de Energía. Esta medida, implementada para estabilizar los costos al consumidor, ha generado un cambio en la dinámica del mercado energético nacional.
Rocío Nahle, titular de Energía, explicó que el límite de precios busca proteger la economía de las familias mexicanas frente a la volatilidad internacional del petróleo. Sin embargo, empresas como BP, Shell y Chevron han enfrentado márgenes reducidos, lo que las ha llevado a renegociar contratos de suministro con Pemex, que controla la mayoría de la producción y distribución de combustibles en el país.
Analistas del sector estiman que esta política fortalece la posición de Pemex en el mercado, pero advierten sobre posibles tensiones con socios comerciales, especialmente en el marco del T-MEC. La Secretaría de Economía aseguró que el gobierno mantendrá un diálogo abierto con las empresas para evitar conflictos y garantizar la inversión extranjera. Mientras tanto, el precio de la gasolina se mantiene estable, beneficiando a los consumidores mexicanos en un contexto económico desafiante.
