La compañía española Telefónica y los sindicatos firmaron el miércoles un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que prevé hasta 3.421 bajas, muchas de las cuales se espera que sean voluntarias, y un nuevo convenio colectivo para reducir la jornada laboral a 36 horas.
El acuerdo, en el que participaron las fuerzas sindicales UGT, CCOO y Sumamos Fetico, supone una reducción de 1.700 afectados en relación al plan oficial ofrecido por la compañía.
Al ERE, que establece distintas condiciones de salida y jubilación en función de las edades, «podrán adherirse los trabajadores que cumplan 56 años o más durante 2024 y tengan una antigüedad superior a 15 años».
El plan le costará a la compañía unos 1.300 millones de euros (antes de impuestos) y supondrá unos «ahorros anuales promedio de gastos directos» de alrededor de 285 millones de euros a partir de 2025.
El acuerdo se da en un momento clave para la compañía, con la entrada en el accionariado de la saudí STC, vinculada al fondo soberano de la monarquía árabe, con la adquisición de un 9,9 %, muy criticada por tratarse de una empresa estratégica.
En diciembre, el gobierno del socialista Pedro Sánchez contrarrestó al anunciar que adquirirá un 10 % de Telefónica para convertirse en su mayor accionista.
