¿Hay una ‘guerra’ en el Banco de México? El subgobernador Jonathan Heath expresó su desacuerdo con los recortes a la tasa de interés, argumentando que es necesario mantener la postura monetaria actual por más tiempo hasta lograr controlar la persistencia de los precios de los servicios.
Heath advirtió que un escenario de consumo dinámico podría hacer que la inflación vuelva a repuntar en México. Explicó que el Banco de México enfrenta un desafío complicado, ya que el último tramo del episodio inflacionario es el más difícil, con el objetivo de reducir la inflación al 3%.
Señaló que el componente de mercancías ha contribuido a la disminución de la inflación subyacente, pero “ya ha dado prácticamente lo que podía dar”. Ahora es fundamental centrarse en los precios de los servicios, que han permanecido por encima del 5% desde julio de 2022. Por ello, afirmó que si se observa una disminución en la inflación de servicios, “estaríamos encaminados a un ciclo de normalización de la política monetaria, y yo votaría a favor”.
Jonathan Heath ha sido un voto disidente en la Junta de Gobierno del Banxico, oponiéndose a la reducción de la tasa de interés en 25 puntos base en las reuniones de agosto y septiembre. “La decisión de reducir la postura monetaria nos resta credibilidad… Nuestra proyección para la inflación subyacente en los próximos ocho trimestres es sumamente optimista y carece de credibilidad”, manifestó en la reunión de agosto.
Agregó que deberíamos mantener la tasa por encima del 6%, posiblemente incluso más de 6.5%, hasta que se rompa la persistencia de los precios en servicios.
Respecto a la política monetaria de la Reserva Federal, el subgobernador comentó que su recorte agresivo de 50 puntos base se debe a que están viendo “muy buenos resultados en su panorama inflacionario” y buscan implementar un aterrizaje suave en su economía para evitar una recesión.
Heath indicó que para el Banco de México no es tan relevante lo que haga la Reserva Federal. Si ambos bancos coinciden en ciclos de reducción en el futuro, “será más por coincidencia, ya que ambos países están observando resultados positivos en su lucha contra la inflación, pero no será causa y efecto”.
El subgobernador descartó que la economía mexicana esté cerca de entrar en recesión, aunque ha mostrado desaceleración en los últimos trimestres. Anticipó que el Producto Interno Bruto (PIB) crecerá un 1.5% este año, en un rango entre el 1% y el 2%. “Esto se explicará más bien por un estancamiento de las exportaciones, que hemos observado desde hace tiempo, y es probable que no haya mucha inversión en la segunda mitad del año, una característica habitual en los cambios de sexenio”, concluyó.