El nuevo secretario de Hacienda de México, Edgar Amador, enfrenta el reto de diseñar un paquete presupuestal para 2026 que logre tranquilizar a los mercados financieros y continúe con los ajustes en proyectos emblemáticos del sexenio anterior, liderado por Andrés Manuel López Obrador (AMLO). El contexto es complejo, marcado por un alto déficit fiscal, incertidumbre económica y la influencia de la política comercial de Donald Trump.
Reducción del Déficit y Ajustes en Obras
- La prioridad de Hacienda es reducir el déficit del 5.9% al 3.9% antes de finalizar 2025, en medio de un entorno económico frágil.
- Para lograrlo, se han decidido recortes en proyectos clave de la administración pasada, afectando varias iniciativas de gran impacto.
Proyectos Afectados
- LitioMex:
- Este proyecto buscaba desarrollar la industria del litio en México, pero ha quedado rezagado por múltiples desafíos como la falta de tecnología, recursos y experiencia en el sector.
- En el actual gobierno de Claudia Sheinbaum, este proyecto ya no es prioritario, y la nueva secretaria de Energía, Luz Elena González, se ha enfocado en fortalecer a la CFE y Pemex.
- Mexicana de Aviación:
- La aerolínea estatal, creada en 2023, también se enfrenta a recortes.
- Ya perdió 8 de sus 17 rutas, y no recibirá más recursos para su expansión.
- Proyectos Ferroviarios:
- Aunque Sheinbaum impulsa la construcción de más de 3,000 kilómetros de vías férreas para pasajeros (como las rutas Lechería-AIFA y México-Querétaro), algunos proyectos se pausarán por cuestiones presupuestales.
- Entre ellos están los dos tramos pendientes del Tren Maya, el AIFA-Pachuca, el Tren Saltillo-Nuevo Laredo, y el Tren Querétaro-Irapuato.
Otros Ajustes Considerados
- Programas Sociales: Se analiza fusionar iniciativas como Sembrando Vida y Jóvenes Construyendo el Futuro para evitar duplicidades y optimizar recursos.
- Estímulos Fiscales: Se contempla ajustar o reducir incentivos fiscales que podrían representar hasta 30,000 millones de pesos para las empresas.
Motivos de los Recortes
- La decisión de frenar o ajustar estos proyectos responde a la necesidad de generar un colchón fiscal, en un año donde prevalece la incertidumbre económica.
- Hay dudas sobre el cumplimiento de las metas presupuestarias, especialmente en relación con un crecimiento económico optimista del 2-3%, cuando pronósticos como el de Banamex apuntan a un probable estancamiento.
- Además, el gobierno enfrenta deudas importantes en sectores clave como el energético y de salud.
El «efecto Trump» y la necesidad de estabilizar las finanzas públicas están obligando al gobierno mexicano a priorizar proyectos y reducir gastos. Esto implica que algunas de las obras más ambiciosas de la administración pasada serán pospuestas o redimensionadas, mientras el gobierno busca garantizar la sostenibilidad fiscal en un entorno económico cada vez más incierto.