A pesar de los compromisos y objetivos de transición energética, los países de la Unión Europea (UE) están programados para adquirir volúmenes récord de gas natural licuado (GNL) de Rusia en 2023, según reveló el informe publicado por Global Witness el miércoles.
Los datos presentados en el informe indican que, en los primeros siete meses de este año, los países de la UE continuaron importando una cantidad significativa de GNL de Rusia, a pesar de la intención del bloque de dejar de consumir combustibles rusos para el año 2027. Si bien la UE ha prohibido las importaciones de petróleo ruso transportado por vía marítima y ha reducido envíos de gas por gasoducto desde Moscú debido al conflicto en Ucrania, el GNL ha sido una excepción hasta ahora.
Bélgica y España se destacaron como los segundos y terceros mayores compradores, adquiriendo 7.5 millones de metros cúbicos (mcm) y 7.1 mcm, respectivamente. Francia se ubicó en el quinto lugar de la lista, importando 4.5 millones de metros cúbicos. China lideró las importaciones de GNL desde Rusia con 8.7 millones de metros cúbicos, mientras que Japón ocupó el cuarto lugar con 7 millones de metros cúbicos.
Aunque la UE compró 21.6 millones de metros cúbicos de GNL ruso en los primeros siete meses de 2023, en comparación con 21.3 millones en el mismo período de 2022, el informe destaca un aumento significativo del 40% en comparación con los primeros siete meses de 2021. La dependencia del GNL ruso se ha intensificado, ya que la UE representó el 52% de todas las exportaciones de GNL rusas entre enero y julio de este año.
A pesar de los objetivos de reducción de emisiones y transición hacia fuentes de energía más limpias, los expertos destacan la paradoja de la creciente dependencia del GNL ruso en un momento en que la UE se esfuerza por diversificar sus fuentes de energía y reducir su huella de carbono.
Los analistas recalcan que gran parte del GNL ruso proviene de la planta de Yamal, una empresa conjunta en la que participan el mayor productor de GNL de Rusia, Novatek, junto con TotalEnergies de Francia, CNPC de China y un fondo estatal chino.
A pesar de las inversiones en energías renovables y esfuerzos para disminuir la dependencia de los combustibles fósiles, el aumento de las importaciones de GNL ruso pone de relieve los desafíos que enfrenta la UE en su camino hacia una transición energética completa.
