Según Franklin Templeton, el nearshoring en México —la estrategia de relocalización de empresas para acercar la producción a Estados Unidos— está en una fase de estancamiento, descrita como «en coma», y no se espera que se reactive hasta 2026. La razón principal de esta pausa es la actual guerra comercial y la incertidumbre en torno a la ratificación del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
Luis Gonzali, vicepresidente y estratega de inversión en Franklin Templeton México, expresó que una vez que concluya la guerra comercial y se ratifique el T-MEC, se fortalecerá el comercio en el bloque de Norteamérica. Esto haría que México se vuelva más atractivo para recibir inversiones, especialmente de países que buscan acceso al mercado estadounidense, el más grande del mundo. Aunque se anticipa que las inversiones no provendrán principalmente de China, sí podrían llegar de otras naciones.
Perspectiva económica de México para 2025
En cuanto a la economía mexicana, Franklin Templeton proyecta un 2025 difícil, con un crecimiento muy bajo de apenas 0.5%, una inflación del 4% y una tasa de interés de referencia de 8.25%. Además, existe el riesgo de una rebaja en la calificación crediticia del país, aunque sin perder el grado de inversión.
Gonzali enfatizó que el bajo crecimiento podría generar presión sobre la calificación soberana de México, especialmente si la desaceleración económica se profundiza. En ese escenario, calificadoras como Moody’s podrían considerar una reducción en la calificación hacia finales de 2025.
En conclusión, aunque el nearshoring aún tiene potencial para impulsar la economía mexicana, su reactivación dependerá de factores como la resolución de la guerra comercial y la ratificación del T-MEC. Mientras tanto, el país enfrenta un panorama económico desafiante en 2025, con riesgos latentes sobre su calificación crediticia.
