El banco central de Estados Unidos debe evitar el riesgo de hacer muy poco y llevar la lucha contra la inflación demasiado lejos, dijo ayer la gobernadora de la Reserva Federal (Fed), Lisa Cook, una tarea especialmente delicada porque otros bancos centrales mundiales también han endurecido rápidamente su política monetaria en los últimos dos años.
“Creo que un ‘aterrizaje suave’ es posible, con una desinflación continua y un mercado laboral fuerte, pero no está asegurado (…) Veo los riesgos con dos caras, lo que nos obliga a equilibrar el riesgo de no apretar lo suficiente frente al de apretar demasiado”, mencionó Cook en una conferencia de la Fed de San Francisco sobre la política económica asiática.
La Fed subió las tasas de interés con rapidez el año pasado y más lentamente este año, aplicando su última alza en julio y manteniendo, desde entonces, la tasa de interés oficial estable en el rango de 5.25-5.50% para observar el efecto sobre la inflación, que en el verano pasado alcanzó un máximo de 7.1% según la medida preferida del banco central estadounidense.
La economía sigue creciendo y los consumidores siguen gastando, y “existe el riesgo de que ese impulso continuo de la demanda pueda mantener la economía y el mercado laboral tensos y ralentizar el ritmo de desinflación”, advirtió Cook. No obstante, también hay muchos avances, señaló.
El índice de precios de los gastos de consumo personal subió 3.4% en septiembre, arrastrado por el alza en los costos de los préstamos, así como por la mejora de las cadenas de suministro a medida que retrocede el impacto del paro de actividades por la pandemia.
Más trabajadores se han incorporado a la población activa para satisfacer la fuerte demanda de trabajadores por parte de los empresarios estadounidenses, y con la oferta de viviendas multifamiliares en aumento, agregó Cook, se prevé una mayor desinflación.
Además, hay indicios de posibles tensiones en el futuro, dijo, ya que los hogares con rentas más bajas han agotado, en gran medida, sus ahorros y las pymes que dependen de préstamos a corto plazo se enfrentan a condiciones crediticias mucho más restrictivas.