El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha señalado que la intensificación del conflicto en Ucrania y las sanciones asociadas podrían perturbar significativamente el comercio, las remesas, la inversión extranjera directa y los flujos financieros en Europa. En su informe económico sobre la región, el FMI resalta que los riesgos geopolíticos siguen siendo una preocupación importante.
La institución también destaca la posibilidad de interrupciones en los suministros, el aumento de los costos de las materias primas y la inestabilidad financiera como resultado del debilitamiento de la cooperación internacional, el proteccionismo y la escasez de metales. Se enfatiza que el déficit presupuestario de Ucrania continúa siendo financiado principalmente con ayuda exterior y que la duración y la intensidad de las hostilidades representan una amenaza para la economía del país.
Desde el inicio de la operación militar rusa en Ucrania en febrero de 2022, las sanciones occidentales contra Rusia han generado una ruptura en las cadenas logísticas, lo que ha ocasionado un aumento de los precios de los combustibles y productos alimenticios tanto en Europa como en Estados Unidos. Esta situación ha impactado negativamente en los hogares europeos, generando una ola de huelgas debido a la inflación récord y al incremento del costo de vida en varios países de la región.
