La calificadora Fitch Ratings ha confirmado la calificación crediticia de México en «BBB-/perspectiva estable» desde abril de 2020, lo que significa que el país se mantiene en el nivel más bajo del grado de inversión, sin riesgo de degradación en el corto plazo. A pesar de este respaldo, Fitch ajustó sus expectativas de crecimiento económico, prediciendo una contracción de 0.4% para 2025 debido a factores como la incertidumbre global y los aranceles impuestos por Estados Unidos, especialmente bajo la administración de Donald Trump.
El gobierno mexicano, a través de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), ha destacado que la calificación es un reflejo de las políticas macroeconómicas prudentes y el manejo estable de las finanzas públicas, lo que asegura al país un acceso favorable a los mercados financieros internacionales. Sin embargo, Fitch advirtió que la economía mexicana sigue siendo vulnerable al proteccionismo comercial de Estados Unidos, y los aranceles podrían impactar negativamente sectores clave como el automotriz.
Además, Fitch señaló que la posición fiscal de México se ha visto afectada por un aumento en los gastos sociales, los megaproyectos públicos y los problemas persistentes de Pemex, lo que ha elevado el nivel de endeudamiento del sector público a niveles récord. La deuda bruta del gobierno podría alcanzar el 54.3% del PIB en 2025, con un aumento proyectado a 58% en los próximos años.
A pesar de estas dificultades, la SHCP ha reafirmado su compromiso con la estabilidad fiscal y la sostenibilidad de la deuda. La calificadora también reconoció los esfuerzos de la administración actual para mantener los objetivos de consolidación fiscal, a pesar de los retos económicos. En cuanto al «Plan México», Fitch destacó la incertidumbre sobre la participación del sector privado, lo que podría limitar el impacto positivo de esta estrategia.
En términos de expectativas económicas, México enfrenta un panorama de bajo crecimiento para los próximos años. Diferentes entidades, como Banxico, la OCDE y analistas privados, han ajustado sus proyecciones de crecimiento a la baja, con algunos pronósticos que apuntan incluso a una recesión leve debido a los efectos de los aranceles y la incertidumbre global. La SHCP, sin embargo, espera un crecimiento moderado para 2025, con un rango de entre 1.5% y 2.5% para 2026.
