El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, aseguró que la cantidad de feriados que hubo en 2023 perjudicó el Producto Interno Bruto (PIB) del país y contrastó esta situación con la que se vivirá el año próximo, cuando la mayoría de los asuetos caerán en fin de semana.
«Este año hubo muchas vacaciones largas. Exageradamente (…) El año que viene, todos los días festivos caerán en sábado. Esto significa que el PIB crecerá un poco más porque la gente trabajará más».
Valoró Lula al inicio de una reunión con miembros de su gabinete social, a los que iban dirigidas estas consideraciones.
En esa línea manifestó que desea sostener una reunión antes de Navidad con los 38 titulares de las carteras de Gobierno, con el interés de revisar las metas alcanzadas durante el primer año de gestión y discutir las acciones que se implementarán en 2024.
«No reserven un viaje antes de conocer las fechas de la reunión que discutiremos en 2023 y 2024. Después de esta reunión, pueden reservar unas vacaciones por cinco días, seis días y luego volver a trabajar», advirtió a sus ministros.