Las autoridades aduaneras chinas anunciaron el jueves una prohibición inmediata de las importaciones de todos los productos del mar procedentes de Japón, en respuesta a la polémica liberación al océano de aguas residuales radiactivas tratadas de la dañada planta de energía nuclear de Fukushima.
China, que es el principal importador de pescado de Japón, con compras por valor de 496 millones de dólares en 2022, tomó esta medida drástica debido a la preocupación sobre la seguridad de los productos marinos japoneses. Además del pescado, China importa crustáceos y moluscos, como cangrejos y vieiras, por un valor de 370 millones de dólares el año pasado.
Esta no es la primera vez que China toma medidas relacionadas con productos japoneses debido a Fukushima. Previamente, había prohibido las importaciones de alimentos de diez prefecturas japonesas cercanas a la planta de Fukushima. Hong Kong también anunció esta semana una prohibición similar de las importaciones de productos del mar de esas mismas prefecturas.
La decisión de Japón de liberar al océano alrededor de 1,3 millones de toneladas métricas de aguas residuales tratadas de Fukushima ha suscitado controversia. El primer ministro japonés, Fumio Kishida, explicó que las condiciones meteorológicas y del mar eran adecuadas para la descarga, que tuvo lugar a las 13:00 horas del jueves, hora de Tokio.
China ha criticado fuertemente esta medida, calificándola de «extremadamente egoísta e irresponsable». La agencia de aduanas china anunció la prohibición de las importaciones para prevenir riesgos de contaminación radiactiva en sus productos marinos.
El desastre nuclear de Fukushima en 2011, desencadenado por un terremoto y un tsunami, causó una fusión catastrófica en la central nuclear y es considerado el peor desastre nuclear desde Chernobyl en 1986. La liberación de las aguas residuales radiactivas y las consecuentes respuestas internacionales han avivado la preocupación sobre la seguridad y el medio ambiente en la región.
