China ha expresado una fuerte crítica a las restricciones impuestas por Japón a la exportación de equipos de fabricación de chips que entraron en vigor el pasado domingo. El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Mao Ning, afirmó en una conferencia de prensa el lunes que estas nuevas medidas japonesas estaban «claramente dirigidas» contra Beijing y que el gobierno chino se encontraba «profundamente insatisfecho» con la decisión.
Mao Ning instó a la parte japonesa a considerar los intereses generales de la cooperación económica y comercial entre China y Japón, así como sus propios intereses a largo plazo, y a abstenerse de abusar de las medidas de control de exportaciones. Según el portavoz, Beijing había advertido repetidamente a Tokio sobre la importancia de no introducir medidas que pudieran supuestamente violar las normas económicas y comerciales internacionales.
Las restricciones a la exportación de equipos de fabricación de chips fueron anunciadas por Japón en marzo como parte de una revisión de su Ley de Divisas y Comercio Exterior. Desde el domingo, 23 artículos relacionados con la fabricación de chips ahora requieren la aprobación del gobierno para su exportación, incluyendo equipos de limpieza, chequeo y litografía, tecnologías fundamentales para producir chips de última generación. Aunque Japón no mencionó específicamente a China como el objetivo principal de las restricciones, esta medida forma parte de una campaña más amplia impulsada por Estados Unidos desde el año pasado para limitar el acceso de China a tecnología avanzada de fabricación de chips.
En octubre del año pasado, Estados Unidos implementó un conjunto amplio de controles de exportación que incluían medidas para aislar a China de ciertos chips semiconductores fabricados con equipos estadounidenses en cualquier parte del mundo. Washington ha estado presionando a naciones clave en la fabricación de chips y a sus aliados, como los Países Bajos y Japón, para que introduzcan sus propias restricciones a la exportación.
En respuesta a estas restricciones japonesas, analistas chinos han advertido que Beijing tomará las medidas necesarias para salvaguardar sus propios intereses. Entre las posibles contramedidas, China podría imponer prohibiciones a la exportación de materias primas estratégicas y restricciones a los fabricantes de chips extranjeros.
Recientemente, China anunció que, a partir de agosto, se requerirán licencias especiales para exportar galio y germanio, dos metales clave utilizados para fabricar chips de computadora. China produce la mayor parte del suministro mundial de estos metales, que también se utilizan en otros productos como paneles solares.
La situación refleja la tensión en las relaciones comerciales internacionales y el impacto que las restricciones a la exportación de tecnología pueden tener en la economía global.
