El ministro adjunto de Comercio de Australia, Tim Ayres, ha declarado que los lazos comerciales entre Canberra y Beijing solo podrán regresar a la normalidad si China elimina las restricciones que aún mantiene. Las dos naciones actualmente están en conversaciones sobre este asunto, y a principios de este mes, China retiró los aranceles sobre las importaciones de cebada australiana.
Las tensiones entre Australia y China se han intensificado desde 2018, cuando Australia prohibió a los proveedores chinos participar en el despliegue de la red 5G y bloqueó inversiones de China debido a preocupaciones de seguridad nacional. La situación empeoró en 2020 cuando Australia solicitó una investigación internacional sobre los orígenes del brote de COVID-19. Esto resultó en represalias por parte de China, incluyendo derechos antidumping sobre el vino y la cebada australiana.
Tim Ayres comentó en una entrevista con CNBC al margen de la cumbre del B20 en Nueva Delhi el fin de semana: «Ese es un buen resultado, pero quiero ver, y el gobierno australiano quiere ver, que el comercio con China vuelva a la normalidad y se estabilice en todos los ámbitos. Hasta que eliminemos todos esos obstáculos, no podemos afirmar que el comercio ha vuelto a la normalidad».
Durante 2020, China gradualmente impuso aranceles de importación a varios productos australianos, incluyendo vino, carnes rojas, langostas y madera. Los aranceles sobre la cebada australiana aumentaron en un 80.5%, eliminando un comercio bilateral que valía casi mil millones de dólares al año. En abril, Australia acordó «suspender temporalmente» su queja contra China ante la Organización Mundial del Comercio, y a principios de este mes, China levantó los aranceles sobre las importaciones de cebada australiana.
Actualmente, el gobierno australiano busca que China reduzca los aranceles sobre las importaciones de vino australiano que fueron introducidos en marzo de 2021.
