El asesor del Kremlin, Maksim Oreshkin, anunció en el Foro Financiero de Moscú que las sanciones occidentales han llevado a Rusia a reestructurar su economía y a cambiar su enfoque hacia los mercados de rápido desarrollo en Asia. Oreshkin afirmó que esta reorientación ha permitido una recuperación económica más sostenible para Rusia, con la capacidad de cumplir sus objetivos en áreas como defensa, seguridad, avance tecnológico y desarrollo educativo.
El asesor destacó que la reforma estructural en curso ha sido un cambio significativo que ha llevado a Rusia de la «parte enferma de la economía global» a la «parte sana». A pesar de los desafíos enfrentados durante este proceso, que incluyeron la reorientación de sistemas logísticos y la creación de nuevos mecanismos de pago, Oreshkin argumentó que estos cambios han sido beneficiosos para el país.
Oreshkin también señaló que, sin las sanciones y los cambios resultantes, Rusia estaría preocupada por las crisis que afectan a los países occidentales en lugar de beneficiarse de las economías de rápido crecimiento como India y China. Subrayó la importancia de trabajar con economías en crecimiento y citó el crecimiento del 6.5% de China en el segundo trimestre y el 7.8% de la India como ejemplos significativos.
El producto interno bruto (PIB) de Rusia se contrajo un 2.1% el año pasado debido a las restricciones económicas impuestas por estados occidentales, pero se espera que la economía crezca un 2.5% para fines de 2023, según el Ministerio de Finanzas. Durante el último año, Rusia ha fortalecido sus lazos comerciales con socios en Asia, África y América del Sur, convirtiéndose en el mayor proveedor de petróleo de India y China, y el principal proveedor de oro de los Emiratos Árabes Unidos. El presidente Vladimir Putin también anunció que la economía se ha recuperado por completo de la desaceleración del año pasado, alcanzando los niveles previos a las sanciones.
